Lerma es una joya del barroco castellano. Pasear por sus calles empedradas es retroceder al Siglo de Oro, cuando el Duque de Lerma transformó esta villa en un lugar estratégico para la nobleza. Su imponente Plaza Mayor, una de las más grandes de España, el Palacio Ducal (actual Parador Nacional) y su trazado monumental hacen de Lerma un destino imprescindible para los amantes de la historia, el arte y la arquitectura. Un lugar donde el tiempo se detiene y la tradición se mantiene viva.